Despues de una abundante cena en familia donde abundaban más las anecdotas y los chistes malos de mi padre que nada, encendimos el televisor para que la hermosa Anne Igartiburu nos diera las campanadas y nos deseara un feliz comienzo del año 2011. Una vez ya todos atragantados con las uvas, los múltiples brindis con champagne y unos calurosos abrazos y deseos de felicidad para el próspero año, mi madre mando a mis hermanos a dormir y allí empezó la cuenta atrás. Tenía 25 minutos para ducharme, depilarme, vestirme, maquillarme y peinarme(cosa que no suelo hacer, me suelto el pelo y pa alante).
A las 12.56 me hicieron una perdida, subidón por un instante, respire hondo y pensé, ahora empieza tu noche nena!
Después de unos elitistas cosmopólitans apoyados en la boca del metro, nos dispusimos a ir hacia el local donde junto a 700 personas más ibámos a celebrar la entrada de año. Una vez allí y al ver que había cola para dos horas, yo y Mercedes decidimos meterle morro al asunto y colarnos de todos. Así que fuimos al principio, empujamos un poquitín y dentro. Ni DNI ni nada. Sólo entrar y ver la enormísima cola del baño decidí dar ya la nota del todo y decirle al portero con una grandísima cara de pena y de estremo agobio si tenian un baño aparte o algo. Dado su negativo y mi cara mústia, fue al baño e hizo que me colara de todos. AMA! dirian unos pero esque el ser espavilada es uno de mis grandes dones.

Feliz entrada de año a todos y espero que ayer como yo la disfrutarais!
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