Aquellos que sois ya fervientes admiradores de lo que parece ya una rutina de publicaciones sabréis que no suelo escribir sobre temas de interés sino más bien sobre alguna situación o anécdota del día. Hoy, es cuando me sido plenamente consciente de como somos capaces de martirizarnos las mujeres con tal de que se nos vea esbeltas y quizás con unos quilos menos.
Como el día que es hoy, día de reyes también conocido como epifanía en la sagrada escritura, me he arreglado para la ocasión, lo que significa, camisa de seda, falda alta y taconazos. Para nada me quejo de tales vestiduras porque puede que no sean las más cómodas pero para nada incomodan al que las lleva, es más, al ser una comida te puedes tomar el lujo de ponerte unos salones bien altos ya que andarás con suerte de la mesa a la cocina. Pero el problema no es ese. Dado a la enorme desorganización de los que me rodean, me he tenido que patear más, bastante más de media barcelona con unos botines de aproximadamente 12 centímetros de altura. Si si, aquellas que sois mujeres de alturas sabréis ya al dolor que me refiero con este no tan ingenioso título, llegar la bar ha sido un enorme sacrificio y bailar una constante agonía pero bueno...yo por mis amigos mato o mejor dicho me mato!
Será una chorrada esto que os he contado hoy pero como veréis mi vida es muy corriente y sólo quería recordaros una vez más que...el dolor vale la pena. Punzante, penetrante dolor de pies causado por horas y horas de paseos o bailes son pruebas de una vida activa, divertida y a veces de persona desorientada si es que andas porque no encuentras las cosas. En fin que sólo quería que os solidarizarais conmigo un ratito!
Un cordial saludo y hasta mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario